El párkinson no solo afecta a la persona que la padece, sino que impacta en la familia, en su día a día y en la vida diaria dentro del hogar, según avanza la enfermedad. Es por ello, que debemos adaptarnos para mantener la autonomía y la calidad de vida de nuestro familiar creando espacios accesibles y seguros. A continuación vamos a resumir algunos cambios que serían recomendables:
- Baño:
- Evitar los cambios de rasantes notables para que el suelo del pasillo y del cuarto de baño estén a la misma altura. - Cambiar la bañera por el plato de ducha y este que esté al mismo nivel del suelo (cota cero). Si la estructura del baño lo permite, instalar un plato de ducha evitando las cortinas de baño y que las mamparas no tengan un rail alto. Es preferible instalar media mampara fija que no incluyen esos railes.
- Para salir y entrar de la ducha con mayor seguridad instalar un asidero vertical en la pared más cercana al plato y uno horizontal en la pared frontal del plato.
- El suelo debe ser antideslizante para evitar caídas.
- Una vez dentro de la ducha es recomendable utilizar una banqueta para asearnos sentados y utilizar una esponja de mango largo para poder llegar a la espalda de una forma más fácil.
- Alimentación:
- Mantener rutinas sin distracción: comer siempre a la misma hora y, si es posible, hacerlo con otra persona que se sitúe en la silla de enfrente para que siempre tengamos de quién fijarnos si nos hiciese falta y sin televisión o radio que nos distraiga.
- Tanto en el lugar donde comamos como en el salón, tener una silla con respaldo y con reposabrazos.
- En la manipulación de cubiertos o platos cuando comemos, hay ciertos productos de apoyo que nos podrían ayudar a evitar que se nos salga la comida del plato, que se nos deslice el plato por la mesa, que mejore el llevarnos la comida a la boca o simplemente llegar al final del líquido en el vaso.
- Dormir:
- Si existe planteamiento de instalar una cama articulada, asegurarnos de que esta sea con carro elevador que facilitaría el apoyo de una tercera persona.
- Si tenemos cama articulada, el colchón deberá ser viscoelástico para que podamos moverla.
- Hay muchas barandillas que podrían ser útiles para levantarnos y tumbarnos en la cama, así como para no caernos de ella si tenemos sueños vívidos.
- Edredón ligero y ropa de cama de satén o raso para facilitar los movimientos de giro.
La Asociación Parkinson Madrid dispone de un servicio a domicilio para adaptar cada vivienda a las necesidades de cada familia que se puede solicitar en el 914340406 / terapiaocupacional@parkinsonmadrid.org