Investigadores del Hospital de Ottawa y de la Universidad de Ottawa (Canadá) han descubierto que la proteína ‘parkin’ actúa como antioxidante que desarma los oxidantes potencialmente dañinos en el cerebro (incluidos los radicales de la dopamina) y que, a medida que el cerebro envejece y los radicales dopaminérgicos se van acumulando, el ‘parkin’ secuestra estas moléculas nocivas en un lugar de almacenamiento especial dentro de las células nerviosas vulnerables, para que puedan seguir funcionando con normalidad a lo largo de nuestra vida.