Investigadores de la Universidad de Málaga publican en ‘Frontiers in Neuroscience’ un estudio en el que explican cómo el óxido de grafeno podría ser el material más eficiente para probar nuevos fármacos o desarrollar construcciones para la terapia de reemplazo celular de la enfermedad de Parkinson, ya que generaría soportes celulares.