Científicos de la Universidad de Sevilla relacionan la alteración de unos compuestos que se encuentran en el suero, en el líquido cefalorraquídeo y en la saliva con la enfermedad de Parkinson. Estas sustancias del organismo pueden contener elementos químicos como el yodo, el cloro o el bromo. Se ha detectado tras 10 años de estudios con pacientes del Hospital Universitario Macarena de Sevilla, en colaboración con el Hospital Universitario de Valme.