Han aparecido distintos objetos inteligentes para paliar los efectos de la enfermedad de Parkinson como los temblores para comer, los problemas de marcha o la prevención de caídas. También se han creado apps para monotorizar a los pacientes o para detectar patrones que ayuden a crear nuevos tratamientos. E incluso un sensor de uñas para conocer el progreso de la enfermedad.