Las ostras, la soja o la carne de vacuno son alimentos altamente recomendados para retrasar el avance de la enfermedad de Parkinson, gracias a la fosfatidilserina. Este complemento alimenticio ayudaría a ralentizar el deterioro cognitivo por lo que es una de las sustancias con las que más se va a investigar para el desarrollo de nuevos tratamientos.