Andere Zalbidea, psicóloga de la Asociación Parkinson Madrid
Cuidar de un ser querido supone una considerable oportunidad para el acompañamiento y el acercamiento emocional también implica un relevante cambio de roles y emociones que pueden llegar a producirnos un gran nivel de estrés. En ocasiones, las demandas físicas y emocionales de la persona a la que se cuida pueden llegar a generar en la persona cuidadora una gran presión y sensación de sobrecarga, por lo que os facilitamos 5 recomendaciones:
- Expresa tus sentimientos. Es natural sentirse enfadado, frustrado, exhausto, solo o triste en ocasiones. Escribe, conversa con otros o realiza alguna actividad que te ayude a transmitir y canalizar sus emociones.
- Socializa y nutre tu vida social. Sal fuera con sus amistades y familia, no te aísles.
- Busca apoyo social si lo necesitas. Por ejemplo, únete a un grupo de ayuda donde tengas la oportunidad de intercambiar experiencias valiosas con personas en la misma situación.
- Cuidar de otro no debe convertirse en descuidar las necesidades de uno mismo. Involúcrate en las aficiones que te generan bienestar y te ayudan a mantenerte distraído. Realiza ejercicio físico regularmente, aliméntate bien y duerme adecuadamente. Establece metas y un plan semanal en cuanto a rutinas de salud.
- Procura ser comunicativo, aprende a pedir ayuda y a aceptarla si la situación lo requiere. Trata de delegar parte de los cuidados si el nivel de estrés es muy alto. Recuerda que, para poder cuidar, debes cuidarte a ti mismo primero.
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