Investigadores de la Universidad americana de Iowa han realizado un estudio piloto en el que los datos preliminares apuntar a que cantar, no solo ayudar al control de la respiración y la deglución de las personas con párkinson, sino que mejora su estado de ánimo y reduce sus niveles de estrés. Además, algunos de los pacientes aseguraron que mejoraron algunos de sus síntomas motores, principalmente en la marcha y la motricidad fina.
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