Una investigación publicada en la revista ‘Nature Communications’ sugiere que la presencia de ciertas cepas de bacterias en la microbiota podrían metabolizar la levodopa en el intestino, lo que podría reducir la cantidad de fármaco que llega al cerebro. Para los científicos, la respuesta a la levodopa dependería de la presencia y número de los distintos tipos de microorganismos presentes en el intestino delgado.