Los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos, aseguran que los pacientes con enfermedad de Parkinson de moderada a grave tienen una disfunción vascular significativa, tal y como publica ‘Neurology Genetics’. Este hallazgo podría ayudar a explicar la conclusión anterior del mismo estudio de Nilodin, un fármaco que detendría el deterioro motor y no motor durante un periodo de tiempo muy prolongado.